LA ASTROLOGIA Y YO

Desde niña sentía una atracción magnética por el tiempo y sus misterios. Soñaba con viajar hacia el futuro, y todo lo que me conectara con otros planos de conciencia encendía mi corazón.
Me fascinaban las profecías, los oráculos y el poder de quienes, como Nostradamus, sabían leer más allá del velo.

Desde que recuerdo mi vida se manifestaba con tanta intensidad, que muchas veces lo único que quería era escapar…
Y fue la astrología la que me enseñó a quedarme y mirar hacia adentro.

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Lo que me llevó a este camino no fue una búsqueda romántica de respuestas, sino la necesidad de sobrevivir. Necesitaba entender por qué me sucedían tantas cosas, por qué tenía que atravesar tantas pruebas. Y, sobre todo, por qué otros astrólogos veían mi carta natal con miedo, me determinaban un destino negativo y parecían asustarse de mi mapa...

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Descubrir que nací con tres stelliums y un cielo lleno de cuadraturas fue, en un principio, abrumador. Pero también fue la llave que me abrió las puertas a la comprensión profunda del alma y sus ciclos.
Me entregué por completo al estudio de esta ciencia sagrada: formándome con grandes maestros, viajando por el mundo yexplorando múltiples corrientes, integrando sabidurías antiguas con enfoques modernos.
 

Además de la astrología occidental, me sumergí en la mirada profunda de la astrología Maya y la astrología védica de la India, ampliando así la visión del alma y su danza con el cosmos.

Lo que comenzó como una necesidad de protección y sentido, se transformó en un camino de autoconocimiento y trascendencia. Probé técnicas, observé ciclos, documenté todas las sincronicidades, y fui testigo del lenguaje vivo del cosmos reflejado en cada ser y en la naturaleza entera. 

 

Como Alicia en el País de las Maravillas, me adentré en la madriguera del conejo... buscando respuestas a las grandes preguntas:
¿Quién soy? ¿Dónde nace mi identidad? ¿Existe el libre albedrío o todo está predestinado ? ¿Somos creadores de esta realidad?
 

Y en ese camino, comencé a fusionar la astrología con otras sabidurías que resonaban en mi alma: la física cuántica, el chamanismo, el yoga, las vías espirituales no-duales y tántricas, y el poder del corazón.
Entonces algo cambió: comprendí que mi carta natal no era una sentencia, sino un mapa para crear. Me reconocí como la creadora de mi holograma :)  Y ahí comenzó el salto cuántico.

Solté todo. Me animé a Ser Quién Soy.
 

Viajé a México y fui iniciada en las medicinas sagradas y saberes ancestrales de linajes indígenas de México, Colombia, Perú y Brasil.
A través de esas ceremonias, accedí a dimensiones más allá del tiempo, disolví mi mente, morí simbólicamente… y renací en el Todo. Solo existia el Amor, la unidad, no habia nada más. El ego murió, el velo cayó y me converti en El Universo Entero.

Así fue como rompí con las creencias deterministas. Dejé atrás lo que muchos libros y astrólogos decían de mí configuración astrológica.

Y ahi nació Júpiter, como una vibración de expansión y guía. Porque si la vida es un juego, yo elijo cómo llamarme. Elegí invocar la fuerza de este planeta maestro, el gran Gurú, que vive la vida como una aventura de expansión, sabiduría y alegría.
 

Mientras la alquimia ocurría, el Yoga me sostenía. Profundicé en su filosofía, en el Hinduismo y las vías no-duales como el Advaita Vedanta. y el llamado me llevó a la India.... me entregué al silencio, a la contemplación…
Recorrí tierras sagradas y peregriné descalza, empece a soltar aun más mi identificación con mi cuerpo, mi mente... y deje que la Divinidad me guiara  hacia la verdad, y así me reencontré con mi Gurú. Un reencuentro más allá del tiempo, más allá de esta vida.
Y en ese reconocimiento del Ser, recordé que el verdadero Gurú no está afuera… sino que eres Tú mismo.

 

¿Entonces, quién soy?
Mi Diseño Humano es Reflector. Un 1% de la población, esos outsiders, que podémoos ven y reflejan la verdad del colectivo. Tres stelliums en Escorpio, Virgo y Sagitario dan forma a esta alquimia interior.

Mi propósito es sostener la llama del Corazón Espiritual encendida, para que puedas verte reflejado en tu propia divinidad.
Que recuerdes que tú eres el Creador de tu realidad, tú eres los planetas, tú eres la consciencia expresándose por sí misma. Y que, incluso con la carta natal más desafiante y en el contexto más difícil… puedes convertir tu vida en una Obra Maestra.
Llevando luz donde hay oscuridad, y así… volver a Casa.